martes, 30 de septiembre de 2008

actividad y fantasía dylaniana


tengo un niño que puede hacer todo de todo,
tal y como solía hacerlo yo,
sí, suena a simplicidad,
a espontaneidad
a imaginación infantil,
a una imaginación infantil
que ya no es libre en el adulto,
en no pocas ocasiones, los adultos,
llegamos a confundirla
con la amplitud
o la riqueza
de la fantasía de un infante…

la creación de la imaginación infantil
es notoria y bruscamente distinta
de la experiencia del adulto,
un niño, en este caso MI DYLAN,
vive más en el mundo de la fantasía
que en el de la realidad…

definitivamente, la fantasía
en la infancia
(Sí, tengo envidia de mi hijo DYLAN)
era más rica y variada que en mi actual adultez

lunes, 29 de septiembre de 2008

Limbo...

Justo entre
el corazón
y
la razón
prevalecen
(impredecibles
irracionales)
pasos...


domingo, 28 de septiembre de 2008

Un acetato que rebasó todo tipo de expectativas: "The Doors"



Corre el año de 1966
Bajo los auspicios del productor Paul Rotchild
Un grupo se mete a los estudios de grabación a trabajar en su opera prima. El disco se publicaría en el crucial y definitorio año de 1967
El acetato termina rebasando todas las expectativas en términos de calidad
Hablamos de expectativas habidas y por haber
Canciones cargadas de muerte
De calamidad




Acariciadas por la guitarra de Krieger
El órgano hipnótico de Manzarek
La batería jazzística, salpicada de disparos de Densmore
Mientras el cantante paría las letras atiborradas de imágenes
En una forma completamente teatral
Emergían, así, The Doors
Dejaban el underground
Con el grupo, también,
Jim Morrison pasaría a ser "atracción principal"…

viernes, 26 de septiembre de 2008

Eyes Of A Child



Listen, hear the sound
The child awakes
Wonder all around
The child awakes
Now in his life
He never must be lost
No thoughts must deceive him
In life he must trust


With the eyes of a child
You must come out and see
That your world's spinning 'round
And through life you will be
A small part of a hope, of a love that exists
In the eyes of a child you will see

Earth falls far away
New life awaits
Time, it has no day
New life awaits
Here is your dream
And now, how does it feel
No words will go with you
And now, what is real?

jueves, 25 de septiembre de 2008

“Land 250”, de Patti Smith


Land 250 fue la primera exhibición de arte europea de Patti Smith. En ella se permite a los espectadores participar activamente en la visión del mundo de la madrina del punk: es un espacio dedicado para ser utilizado en la reflexión y la creación. “[Los artistas] soportan sus heridas; es sólo parte de la bendición y la maldición de ser un artista”, ha señalado Smith al respecto. “Me tomó 40 años, mantuve mi promesa a mi hermana. Ese es el subtexto mágico de toda esta experiencia”. Mágica para los artistas y para los espectadores por igual.

El icono del rock and roll y ratificada madrina del punk recuerda la génesis de esta idea: corría el mes de mayo de 1969, Patti Smith llegó a París con su hermana Linda, su cámara y nada más… Vivió en un pequeño apartamento a la vuelta de la esquina. “Conocimos a un cineasta y a un par de cantantes callejeros que vivían en este pequeño departamento”, refiere Smith.

“Dormíamos en el piso. Pegaba mi papel en la pared y dibujaba. Acostumbraba decirle a mi hermana: ‘Voy a ser una gran artista. Voy a tener una gran exhibición en París’. Varias de aquellas obras se exhibieron en la exhibición de la Fundación Cartier Land 250, la primera exhibición de arte europea de Smith.

Para Smith, la música y el arte visual son en realidad dos lados de la misma moneda. “El arte abarca desde la experiencia más preciosa, espiritual e intelectual hasta animar realmente algún momento creativo, principalmente para servir a la gente. Después de todo el rock and roll es realmente el arte de la gente”, dice.

La exposición está dominada por cerca de 200 fotografías blanco y negro que Smith tomó con su cámara de época Polaroid Land 250. Además, incluye bosquejos, artefactos, instalaciones, secuencias de video y documentales que describen su carrera como intérprete, pintora, fotógrafa y poeta desde 1967 a 2007…

Empero, contrario a lo que pudiera pensarse, el rock and roll no es el punto focal de esta exhibición, la cual permite a los visitantes adentrarse en ese laberinto de salones que rinden tributo a las varias influencias de la vida de Smith. El salón del "Mar Coral", llamado así por la elegía en prosa que ella escribió para su amigo de toda la vida y fotógrafo Robert Mapplethorpe - muerto en 1989 - alberga en sus paredes fotografías blanco y negro de artículos que tienen una gran importancia personal para ella: las pantuflas de Mapplethorpe, la cama de Virginia Woolf y la máquina de escribir de Hermann Hesse.

Un salón desnudo está dedicado a la poesía. Los visitantes se sientan en un tapete y ven una película que Smith realizó en tributo al poeta francés René Daumal, en la cual ella describe su muerte en una forma fantástica y como en un sueño. Los espectadores son invitados a escribir su propia poesía en las paredes vacías. La admiración de Smith por Arthur Rimbaud, el poeta simbolista francés del siglo XIX, es evidente en una secuencia en movimiento del documental Dream of Life, galardonado con el Premio Sundance 2008, expuesto al público.

Como mujer joven a finales de la década de 1960, Smith estaba trabajando en una línea de ensamble en Nueva Jersey para cubrir sus gastos cuando descubrió el trabajo de Rimbaud después de robarse una copia de su libro Illuminations de 1875. Esto marcó el inicio de una pasión de toda la vida por la poesía.

El eje central de la exhibición es una instalación que reproduce la misma sala de Smith, completa con los sillones, tapetes Berber, amplificadores y libretas para el uso de los visitantes. Durante la temporada de la exposición, Smith visitó y participó en lecturas de poesías, sesiones de fotografía e improvisaciones musicales.

“Quiero que la gente tenga un sensación de lo que pueden vivir en esta habitación. Es una sala de estar”, dice. Evoca una sutil referencia al ensayo de Virginia Woolf de 1929 A Room of One’s Own, que defendió la libertad personal y artística de las mujeres.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

De empleos y recesión...


Jobfox, sitio reconocido por trabajar en las interacciones propias de los profesionales de carrera y aquellas compañías que necesitan a empleados con los altos niveles del talento y de habilidades, recientemente efectuó un estudio de mercado de trabajo en EU. El sitito encontró algunos perfiles profesionales que no deben de padecer ni sufrimiento ni mucho menos preocupación alguna.

Es decir, a pesar de todo, existen trabajos,
perfiles profesionales casi “inmunes” que no se han visto afectados en forma alguna con la reciente recesión de aquel país del norte. La lista de perfiles profesionales en las que, a pesar de la desaceleración económica, la oferta de trabajo sobrepasa a los solicitantes son:

2. Diseño y Desarrollo de
Software
6. Administración de Sistema y de Redes
8. Analista de Negocio e Implementación de
Software
11. Administrador de Proyectos
14. Administrador de Bases de Datos
16. Ejecutivo de Tecnología.

(El número indica la posición dentro de un listado de 20)

También se encontró que los Ingenieros de
Software será la profesión de mayor crecimiento hasta el año 2016.

martes, 23 de septiembre de 2008

Todo un icono volcánico...

John Robert Cocker nace (20 de mayo de 1944) en la ciudad inglesa de Sheffield. De origen proletario, alterna su empleo como fontanero en la compañía del gas con diversos grupos de escasa fortuna. Como parte de The Grease Band, es fichado en 1967; la compañía destaca su nombre y deja al resto como combo de acompañamiento. En 1968, explosiona su primer número uno, "With a little help from my friends", en una hiperdramática versión por la que los Beatles le felicitan. Y establece la fórmula: Joe ralentiza o acelera canciones conocidas, con una voz que deriva sus manierismos del gran Ray Charles. Aunque conviene mencionar que también saca gran beneficio de melodías hechas a su medida...


lunes, 22 de septiembre de 2008

Adiós a The Hit Factory...

Los legendarios estudios de grabación Hit Factory, por donde pasaron músicos de la talla de John Lennon, Paul Simon y Stevie Wonder, cerraron sus puertas en Nueva York para mudarse a una sede más pequeña en Miami. La decisión de cerrar el estudio obedeció al declive producto del avance tecnológico. Hit Factory fue establecido en 1968 en Manhattan por el productor Jerry Ragovoy, quien declaró: "El estudio era un quién es quién del rock and roll". El edificio de seis pisos en la calle 54 terminó convertido en condominios.
  
The Hit Factory fue fundado en 1968 en la calle 48, en el lado oeste de Manhattan por el productor Jerry Ragavoy. Eddie Germano, empresario y músico retirado, compró el estudio en marzo de 1973, lo abasteció con equipo de altísima calidad y se dedicó a servir a músicos de primera línea.

Cuando Bruce Springsteen y The E Street Band grabaron Born in the USA en dichos estudios, Tobby Scott, ingeniero veterano de Springsteen bromeaba con Germano para que derrumbara las paredes de su oficina con tal de hacer más amplia la sala de espera. Después de un par de semanas, curiosamente, habían hecho exactamente eso, según refiere el propio Scott.

Cuando se propagó la noticia de que John Lennon grabaría su primer álbum después de cinco años, Germano se aseguró de que tuviera privacidad: le dio a Lennon y Ono un cuarto privado al lado del estudio.

Durante su auge, el estudio se convirtió en autentico hogar para más de un músico: "Madonna podía estar en el estudio y en el de junto The Rolling Stones, y en el siguiente Billy Joel", rememora Troy, hijo de Germano.


Oportunidades se pierden conforme los grandes estudios son víctimas de los reducidos presupuestos de las disqueras y el equipo casero, el cual cada vez es más barato y de mejor calidad.   

Admiración de Bob Dylan...

"¿Que a quién admiro? 
¿A quién? 
Hay un tipo que trabaja 
en una gasolinera en Los Ángeles, 
un tipo ya viejo. 
En verdad lo admiro
A cada rato me ayuda 
a componer el carburador 
de mi coche".


Bob Dylan, en Bob Dylan in his own Words, de Chris Williams.





sábado, 20 de septiembre de 2008

Astucia...

La vida en una ciudad de provincia desarrolla
en los licenciosos la astucia del cazador.

François Mauriac


Luzbel, el Heavy Metal en México



Es el año de 1987
Luzbel se mete al estudio de grabación
El resultado es Pasaporte al infierno
Comrock es la compañía grabadora
Influencias metaleras en requintos y vocales
Sin embargo, lo mejor, la confirmación de un estilo propio
Arturo Huízar- Vocales
Raúl “Greñas” – Guitarras
Antonio “La Rana” Morante – Bajo
Alejandro Vázquez – Batería
Venían precedidos de un excelente material: Metal caído del Cielo (1985)
Metal caído del Cielo tuvo suficiente inercia como para darse el lujo de algo más
Pasaporte al Infierno (1987) fue un resultado casi a la altura de lo esperado
A pesar de todo, la banda destilaba madurez y un concepto musical consolidado plenamente
La explosividad del metal mexicano era ya una realidad
La banda Luzbel terminó siendo puntal para la evolución del género

Dato curioso: para cuando se crea Comrock, una filial de discos WEA, Luzbel enfrenta su primera gran oportunidad de grabar en condiciones realmente profesionales. Curiosamente, al llegar con la filial, la banda no tuvo necesidad de trabajar en producción alguna: llevaban ya su material grabado en forma independiente. Comrock solamente pasó a maquilarlo. Cuando realmente mete las manos a un “plato” de Luzbel es en la producción Pasaporte al Infierno. Como sabemos, hubo un gran bajón en el resultado final…


Ensayaron en ti toda la crueldad
Eres un sacrificio sin terminar
En tu espalda abrieron canales de sangre
Que no alcanza a lavar el pecado del hombre.

En tus ojos se siente el dolor infinito
Al ver a tus hijos pelear por instinto
Pies y manos clavados en tu madero
Me hacen cambiar el camino hacia tu cielo

Por piedad, no lo soporto
Bájate de tu cruz
Por tu amor, te lo suplico
Bájate de esa cruz

Con diademas de púas premiaron tu amor
Tu lucha de clases fue la salvación
La grandeza de tu reino se vive de un beso
Eres hijo del espacio Oh padre de mi universo



Hoy puedo decirte
Que tu muerte ha sido en vano
Pues tus hijos
Se matan con su propia mano
Tu obra ha terminado
Desclávate por favor
Perdiste la guerra
El Horror
Ya comenzó

Por piedad, no lo soporto
Bájate de tu cruz
Por tu amor, te lo suplico
Bájate de esa cruz

viernes, 19 de septiembre de 2008

La ratificada lucidez de Nick Cave

Nick Cave pone a cavar al Lázaro bíblico en su nueva producción
Descubrimos nuevos y vastos mundos en lo musical
La lucidez de Nick Cave se pone en plenitud
Dig!!! Lazarus Dig!!! destaca per se como álbum clásico de Cave
Tiene lugar seguro, desde ya, en producciones musicales habidas y por haber
Su concepto de retrosicodelia es por demás atractivo
Un 14º álbum que valió la pena esperar por él
Dig!!! Lazarus Dig!!! bien puede equivaler a un coctel de Bob Dylan, Tom Waits y
The Doors
Dig!!! Lazarus Dig!!! o la confirmación del poderío de Cave
Del carisma y una prestancia que sólo pocos tienen...


Nick Cave es uno de esos personajes...

Una probada de Rory Gallagher...

Referenciemos: grupo Taste. 1966. Rory Gallagher. Norman Damery. Eric Kitteringham. A pesar de ser un trío fugaz, su calidad quedó demostrada con creces. Eran los días en que el auge de los tríos empezaba a tener lugar. Empero, un valor guitarrístico de innegable calidad y virtuosismo saldría a flote. Efectivamente, como en muchos otros casos, el primer grupo es el peldaño necesario para que el solista destaque a posteriori. De ahí, Rory Gallagher habría de extraer todo su potencial.

Una inmensa trayectoria. No son pocos los memorables trabajos llevados a cabo por él. Considerado como uno de los más influyentes rockeros irlandeses y músicos de blues. Influencias declaradas e implícitas en su obra discográfica: Albert King, Son House, Junior Wells… Sonidos claramente con raíz profundamente negra. Estilo. Agitación. Emoción. Todo ello de la mano del bluesman, Rory Gallagher, nacido en Ballyshannon, un 2 de Marzo de 1949.

Gran virtud de Taste: adelantarse a uno de los más admirados y reconocidos tríos de la época y hasta nuestros días: Cream. Quizá por ello, no muchos tuvieron/pudieron concretar la visión necesaria para aquilatarlos en su justa dimensión. Bastaría con la llegada de Clapton y compañía para que, entonces sí, se reparara en el trío como alineación “válida” para las disqueras. Las ventas millonarias de Cream así lo demuestran. Por ende, Taste es aceptado por una disquera. Sale a la luz, consecuentemente, On the boards, primera producción de ellos; de Gallagher y dos nuevos miembros del trío: Charles McCracken y John Wilson.

En ese momento y contexto preciso, Rory Gallagher tiene ya perfectamente bien ganada una reputación a prueba de casi todo: guitarrista soberbio, gran cantante, excepcional compositor... El público repara en esta nueva maravilla. El pero: los comparan, los minimizan por creerlos “imitadores” de Clapton, Baker y Bruce. Al disolverse Cream, la visión que se tiene es que Taste tiene ganado el terreno. Sin embargo, no es así. Gallagher quiere seguir su propio camino... en solitario. Está harto de fricciones. Quiere hacer su propia historia. Taste termina en 1970. Lo que no termina, en cambio, es la gran brecha que hasta entonces ha abierto ya el blues británico. Los nuevos horizontes de la música inglesa tienen, todavía, más camino por delante.

Arrancaba recién la década de los 70, Gallagher empieza su carrera solista con su debut homónimo, Rory Gallagher (1971) y Deuce. Afloraba en ambas producciones la calidad en la guitarra por parte de Rory. Piezas magistrales salían a flote. Posteriores trabajos como Blueprint (1973) y Tatto (1973), así como la producción en vivo, Irish Tour (1974), ratificaban la maestría de Gallegher con su guitarra. La habilidad y virtud del irlandés quedaba demostrada y ratificada en presentaciones en vivo. Durante las décadas de los 80 y 90, respectivamente, Gallagher seguiría trazando una senda harto interesante – y no exenta de influencias para muchos – en las que tendría más altas que bajas.

En su momento, y como anécdota digna de tomar en cuenta por no pocos, cabe destacar que, en su momento, Rory Gallagher fue contemplado como reemplazo de Brian Jones, en The Rolling Stones. Empero, Rory, debido a que prefería trabajar en sus propios intereses musicales… renunció a dicha posibilidad.

No alcanzó ni el rango ni la importancia de las “celebridades” contemporáneas a él. Completamente, una injusticia; sin embargo, gracias a su enorme cantidad de Lp’s grabados, a la par de algunos de los mejores y más incendiarios solos de guitarra, terminó ratificando que siempre fue sinónimo de música cualitativamente intensa... En el consumo de cantidades excesivas de bebida habría de encontrar, primero, una gran cantidad de inspiración; pero muy paulatinamente, en forma inevitable, el fin a su carrera.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Patti Smith, una musa underground


Me gusta la música y actitud de Patti Smith. Además, le tengo respeto. No son un par de factores lanzados al aire y ya. No. Tienen su sustento. Tanto mi gusto como el respeto hacia ella y su música son algo que no pocas veces cuesta trabajo aprehender. De facto, ni siquiera sé si conseguiré estar más cerca de ese objetivo con estas líneas.

A Patti Smith le gustan determinados momentos y lugares; los cielos tormentosos, los paisajes desolados, los cementerios y los objetos que considera personales e intransferibles. Pero así como existe el gusto por las atmósferas personales, también puede haber un par de conceptos adicionales: amor y respeto. Ese respeto y amor por los desaparecidos lo explica Patti citando a Pasolini: "No es que los muertos no hablen, es que nosotros hemos perdido la costumbre de escucharlos".

Veamos pues, hablar de Patti Smith es hacer referencia de un espíritu y de una actitud netamente punk y poeta. Lo mismo que de una artista moderna. Ella es un claro ejemplo de que la poseía puede ser poesía sin que desentone por su ferocidad nata. Patti Smith es la esencia de la contracultura. Para los días que corren, en estos tiempos neomilenarios, no parece ser poca cosa. Engañando con su imagen andrógina Patti Smith se detenta como una hippie que levanta la irracionalidad como ideal per se.

Patti Smith disfruta de la dualidad nata de su ser en el escenario: lo mismo es sutil y delicada que enérgica y provocadora de un momento a otro. Ella es la representación de que existe un cambio (aún vigente) más allá del de la frecuencia en el televisor. Parecen lejanos los tiempos en los que Smith llegó a la escena neoyorkina proveniente de los antros del sur de New Jersey, donde se inspiraría para ejercer, no sólo de manera lúdica, las letras. Después, habría de conocer a Mapplethorpe, quien terminó descubriendo en ella una iconografía inusual para la época. El resultado: gráficas inolvidables que retratan, de paso, no sólo a ella sino también la época en la que se desarrollaría. Llegaría el momento sumar música y eltras: con Lenny Kaye. Llegaría, entonces, el momento para CBGB's. Era justo el momento de la efervescencia de una escena transcultural para más de una generación. Era el momento de bandas como Television, Blondie y Talking Heads. Resultante: Patti Smith proyecta su grupo.

Convergencia de punks, poetas, críticos de rock… un coctel de pronóstico reservado. Smith proyecta, igualmente, una imagen andrógina, ruda, con el pelo sin arreglar, para terminar reinventando el icono de la mujer en el rock. Dese entonces, y a la fecha, Patti Smith sigue fiel a sí misma: amplias camisas blancas, chalecos negros, pantalones y botas. De hecho, su aspecto sigue siendo el mismo "homenaje a Rimbaud" de siempre.



Arthur Rimbaud, el guía espiritual de Smith. Música y positivismo místico. Y aunque parecían estar en fuera de lugar… terminaban siendo necesarios, muy necesarios. Smith mantiene firme su convicción: "la gente tiene el poder" de cambiar lo que quiera. Empero, se sabe realista y tampoco peca de exceso de utopía: “La canción política me sigue inspirando, pero tengo claro que no se puede lograr mucho, lo que se necesita es acción. La gente tiene que decir algo, llevar a la realidad la responsabilidad social, manifestarse, protestar, ejercer acciones”.

La contracultura, bien lo dice la propia Smith, todavía puede representar algo más que sólo la forma de vestirse. Si algo faltara, rehúsa los encasillamientos de cualquier tipo: “No me gusta que me califiquen como una punk rocker; quienes lo hacen así son periodistas flojos, no tienen imaginación, curiosidad o inteligencia suficiente para ver lo que he hecho toda mi vida. Mi banda siempre fue independiente; mi trabajo siempre ha estado más allá de niveles o de géneros; me sigo reinventando: soy mujer, madre, tomo fotos, pinto, leo y escucho todo tipo de música”.

martes, 16 de septiembre de 2008

The Birds y las terribles confusiones de una época


Una banda que suena con claros de The Rolling Stones, Pretty Things, y The Who. Canciones en las que abundan riffs con la marca y sello de los grupos anteriores… sin embargo, hablamos del establecimiento de un estilo identificable y original.

The Birds fue uno de los grupos más duros del rock británico en los anales de 60. A mediados de dicha década, ya eran de los primeros conjuntos con gran reputación en la interpretación del R&B, con un sonido atractivamente duro, tal y como The Who, The Yardbirds o The Small Faces. A diferencia de muchos otros grupos, nunca alcanzaron un hit.

The Birds es un grupo que suele ser recordado por A) el hecho que Ron Wood empezó en esta banda antes de alcanzar las grandes ligas con The Small Faces y The Rolling Stones; y B) que compartieron un nombre, aunque deletreado y escrito de forma distinta, con una banda norteamericana de enorme prominencia.

Sin embargo, nadie sabe mucho acerca de su música, aunque quedó registrado un disco consistente en poco menos de una docena de canciones. Ron Wood (guitarra, armónica, vocales), Tony Munroe (guitarra, vocales) y Kim Gardner (bajo) crecieron uno con otro, junto con el baterista original Bob Langham (relevado por Pete Hocking, alias Pete McDaniel), hasta integrar al cantante Ali McKenzie para formar la banda en 1964, durante su adolescencia.

La banda sentó sus reales en Yiewsley, al oeste de Londres, tocando regularmente en el centro comunitario local, haciéndose de una reputación que los llevó a profesionalizarse. El nombre de The Birds tuvo lugar cuando fueron forzados a cambiar su nombre original, The Thunderbirds. Su música era r&b duro, siendo ésta lo suficientemente buena como para meterlos en un concurso de bandas bajo los auspicios de Ready, Steady, Go. No ganaron, pero consiguieron una presentación para la televisión. Fueron vistos por ejecutivos de Decca – seguido de un contrato, teniendo como resultado la grabación de su primer solo, "You Don't Love Me" en noviembre de 1964. Para la primavera siguiente, intentaron nuevamente con un segundo sencillo, "Leaving Here" realizado para la televisión.

El grupo parecía estar listo para triunfar. Sus bonos los posicionaron delante de The Small Faces y la primera banda de Jeff Beck, The Tridents. Además, fueron publicitados en el mismo cártel que The Who… Estaban ya a la par de The Who, al menos en lo que a presentaciones refiere... Con ese acompañamiento, no había manera de que fracasaran, especialmente con su sonido, un R&B fuerte y crujiente basado en una rudeza muy peculiar

El desastre, sin embargo, golpeó la banda en forma por demás inesperada: en la primavera de 1965, desde el otro lado del Atlántico, llegaría un quinteto llamado The Byrds. Su sencillo de presentación “Mr. Tambourine Man”, quemaba las listas inglesas… “Leaving here”, de The Birds, en contraparte, fue ignorado en las tiendas de discos. Ese verano The Byrds viajaron a Inglaterra por primera vez, y aunque el manager de The Birds intento demandar, fue en vano – ambos nombres se escribían distinto, el reclamo de ambos grupos por el nombre parecía no tener razón de ser.

Un tercer sencillo de Decca en 1965 llevó la relación a su fin. El grupo se desplazó a Reaction Records, al principio bajo el nombre de The Birds. El sencillo "Say Those Magic Words” demoró casi un año en salir al mercado, debido a una disputa contractual. The Birds hicieron, además, una versión a “Run Run Run”, de Pete Townshend, destacando la guitarra crujiente de Wood y las vocales muy a la punk de McKenzie. Consiguieron una aparición cinematográfica maravillosamente extraña, realizando la interpretación a una canción de Ron Wood/Tony Munroe: "That's All I Need", en la película de terror The Mortal Bees, en 1966. Munroe dejó a la banda no mucho tiempo después. Wood la dejaría en 1967, pasando a formar parte del grupo de Jeff Beck antes de integrarse a The (Small) Faces con Rod Stewart, en 1969.

The Birds fueron una de las mejores bandas de su era, con un marcado brillo vocal y un sonido fuerte y crujiente en sus guitarras. Nunca estuvieron distantes de The Small Faces, ni tampoco de The Who en lo que sonido refiere. Les pudo haber ido mejor, de haber firmado un contrato con una disquera que los valorara en su justa dimensión. La confusión del nombre, por otra parte, probablemente mató cualquier oportunidad que hubiesen tenido de poder agrietar las listas de popularidad inglesas…

lunes, 15 de septiembre de 2008

Caos/Orden...

El caos 
a menudo 
genera la vida
donde 
el orden 
suele generar 
el hábito.

Henry Adams




domingo, 14 de septiembre de 2008

Devolviendo su inmediatez innata al rock: The Jam


The Jam: banda que musicalmente se basaba en una especie de revival terminó inyectando no poca energía a una juventud que, en ese entonces, sentía aolemente hastío en su entorno inmediato. No obstante, hay que reconocerlo, regresaron a la inmediatez innata al rock and roll. Conservaron su matiz bailable. Revitalizaron no pocos sonidos de los años 60… Es decir, cumplieron con creces lo prometido por ellos. Fueron transparentes desde su primera hasta su última producción.

Sin embargo, la forma en que se fueron dando las cosas con esta banda terminó orillándolos a soslayar la siempre rechazada posibilidad de acceder al estrellato en calidad de “súper banda”. Prefirieron cortar su trayectoria antes de que eso sucediera… Es de lamentar que su ejemplo no sea imitado. Desde entonces, es de lamentar, también, que éste ejemplo no se extienda a otras bandas. Que la música de rock caiga en la categoría de bodrio. Reducida a la categoría de aburrimiento.


Tristemente, los principios asumidos como vitales para una juventud ansiosa de liberación, habían caído en lo obsoleto. Los años 60 ya estaban atrás. La nueva década arrancaba con no pocas incertidumbres y, en apariencia, ninguna certeza. Separaciones de grupos que hicieron historia. Nuevas tendencias, no pocas de ellas pasajeras. Sinfonismo que ya no atrapaba como antes. Pocas bandas salvaban la escena. La ¿música? disco se imponía sin que nadie que lo impidiera. A la vista sólo había aburrimiento musical en las formas más sublimes que la juventud de la época pudo haber imaginado.

Algunas de las constantes eran: lujo, excentricidad, extravagancia, grandes mansiones, grandes autos… Motivos más que suficientes como para pensar en desertar de lo que privaba a primera vista: falta de actitud hacia la música que se gestó en forma rebelde y que ahora era incrustada por sus primeros representantes en el status quo. Aburrimiento. Hastío. Falta de oportunidades. Se impone romper con lo establecido. Con los convencionalismos.

Tenía que suceder un cambio radical. Urgía una nueva coyuntura. Finalmente, ocurrió. Se volvió a la inmediatez. Se rompió el convencionalismo de la ropa, de la música, de las actitudes con la vida. Surgen entonces bandas musicales que, literalmente, chocan tanto por su aspecto físico como por su actitud. Paralelamente a los dos primeros factores, no saben tocar sus instrumentos musicales.

Con el escándalo de por medio, una serie de nombres comienzan a surcar los aires de la época: Adverts, Buzzcocks, Cortinas, Sham 69, Generation X, Damned, Sex Pistols, The Clash. Todas esas bandas, inicialmente, tienen equipos más que primitivos, además de que han de ensayar su repertorio en sótanos, garajes… Paradójicamente, con su inyección de vitalidad a la escena de la música rock de esos días, aterran a quienes no se identifican con ellos. Empero, son una alternativa necesaria.

Queda bastante claro: la década de los 70 era, hasta entonces, considerada como un decenio en el que, musicalmente, estaba desligada de la problemática juvenil. Resultaba incontenible, en consecuencia, se gestara una serie de grupos juveniles ávidos de ser líderes. Los líderes que existen en ese momento y contexto ya están establecidos.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Variante...



Hay días en los que la tormenta cesa
Entonces, apareces tú
Bella. Sobria. Increíblemente mujer
No digo nada nuevo, cierto
Pero cuando esta variante de mi ser me posee
No dudo, ni tantito, en hacértelo saber
Hoy, por ejemplo
Jane Campion me hizo saber que me haces falta
Que te busqué y, aún perseverando, no te encontré
Entendí, así, mi incomunicación…

Diálogo entre un piano y una mujer ("The Piano")

Diálogo entre un piano y una mujer: “Se trata de una explosión intrépida y salvaje, sobriamente gótica, de la pulsión romántica”. Así, en esos términos refirió y sintetizó la directora Jane Campion a su largometraje The Piano (Australia/Francia, 1992). La película de Campion es un anhelado proyecto, anterior incluso a su primer largometraje. Si ya de por sí era poco usual dar tanto protagonismo a la música en una película, más aún lo era que esa música se convirtiera en el diálogo de la protagonista con su entorno.

El personaje principal (Ada) es un ser harto extraño: perdió/abandonó el don de la palabra cuando infante. Convirtiendo con ello a su piano en su mejor amigo. Madre de una hija sin padre. Sale de una sociedad victoriana para enfrentar a su esposo. Se deja ser a punto tal que permite con ello afloren todos sus impulsos sexuales.

La relación que Ada ha de iniciar no tiene otro destino que el de verse convertida en una abrasadora pasión. No habrá de detenerse ante tabúes ni convencionalismos sociales de la época. ¿Por qué no? Raíces autobiográficas. Mismas que permiten al espectador interrogarse/descubrir pasado y tradiciones culturales más allá de los propios personajes de la cinta. Nueva Zelanda. Siglo antepasado. Lo más lejano a Europa en lo concerniente a costumbres. Jane Campion efectuó un gran acierto al momento de llevar el rodaje de la cinta a dichas latitudes. “Siento afinidades entre mi cinta y las pasiones que describe Emily Brontë en Cumbres Borrascosas”, ha confesado Campion.

A Campion, se le agradece, además, hacer un abordaje, una exploración intrépida, salvaje, con marcados tintes góticos, una visión muy personal de lo que ella entiende por la pulsión romántica. Fortuitamente, su visión de lo novelesco, sobre todo al momento de llevar dicho concepto a la pantalla grande, no es el mismo, convencionalmente hablando.

La fotografía de Stuart Dryburgh recrea y capta en forma por demás extraordinaria el paisaje neozelandés (la escena con la que abre la película y aquella otra en la cual Ada, la protagonista principal, se “lanza” al mar con su piano son un ejercicio iconográfico de lo más poético que haya visto en fotografía de cine). Esto, al margen de las atmósferas que se van creando para el desarrollo de escenas puntales en la cinta.


Obviamente fundamental, es el caso de la música de la película. El trabajo efectuado por Michael Nyman es excelso. Nyman, músico de cabecera de Peter Greenaway, es el responsable directo de la creación de todas las ejecuciones que Ada habrá de ejecutar en su piano. El álbum fue nominado para el premio "Golden Globe" a la Mejor Original Score.

Las composiciones de Michael Nyman para la película de Jane Campion produjeron una de las bandas sonoras más exitosas de todos los tiempos. The Piano ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes 1993, para ser galardonada un año más tarde con varios Óscar. El rol de Holly Hunter como Ada, la protagonista de la película, era el de una mujer que había elegido ser muda y comunicarse a través de su piano.

La versión desarrollada a partir de la banda sonora es la que Nyman decidió grabar para su propia edición definitiva en los estudios de Abbey Road de Londres. Ratificaciones: las piezas para piano otra vez conforman un diálogo. Sí. Sólo que en este caso el diálogo es puramente musical, entre el pianista y la orquesta, en vez de accionar como un sustituto para el habla como hacía en la película.


(Con ayuda de este soundtrack enamoré a KLAUSS, la mujer de mi vida...)

La música total

“Cada género de música nace y se establece como una expresión adaptada de un cierto tipo de gente, de una capa social, de hombres de un cierto rango, de cierta cultura, de determinada condición económica; en suma, de una clase concreta. Un género de música mantiene con el tiempo el espíritu, las características de su nacimiento, de su rango”.

Giorgio Gaslini (La música total)


Seis simples letras: THE WHO!!!

Uno de los mejores conjuntos que ha dado la música contemporánea

Una parte importantísima de la historia de la música de rock

Una de las pocas agrupaciones que mantienen vivo el auténtico espíritu del rock

THE WHO sigue siendo, sigue pensando, sigue viviendo...

"Long live rock, I need it every night,

Long live rock, come on and join the line,

Long live rock, be it dead or alive!!!"

viernes, 12 de septiembre de 2008

Radio y Rock

La programación de hits o éxitos en la radio resultó ser una de las grandes invenciones de EU. Se revitalizaba, así, un medio de comunicación que parecía estar destinado a morir con la llegada de la televisión, recién arrancada la década de los 50.

La estrategia del “Top 40”, o “Las primeras 40 de la radio”, ideada por Storz en 1953, y adoptada por legiones de imitadores, permitió a los radioescuchas la oportunidad de escuchar sus canciones favoritas.

Con el surgimiento del rock and roll, a mediados de la década de los 50, se tuvo el formato perfecto para exponerse, gestándose con ello una amplia audiencia para tal fin: los jóvenes. A pesar del auge del formato “Las primeras 40 de la radio”, desde finales de ésta década y principios de la década de los 60, no pocos comprendían ya que existía una significativa porción soslayada con su reiterada propuesta de hits.

Inevitablemente, la radio tenía que (re)adoptar sus formatos. El impetuoso clima de experimentación musical, apuntalado por gente como The Who, Bob Dylan, The Byrds, The Beatles, The Kinks, The Rolling Stones… y un largo etcétera terminarían convirtiendo al álbum en una innovación dentro del campo de la producción musical, transformando el papel del sencillo (single) y la configuración del disco de larga duración (LP).

El álbum había servido como una idea tardía del sencillo, una colección apresuradamente ensamblada, frecuentemente de segunda clase, pero diseñada para capitalizar el éxito de los sencillos (hit singles). Ahora, el disco de larga duración se convertía en un medio de expresión artística más avanzado que conjuntaba los sencillos y la presentación de canciones más elaboradas y experimentales de los grupos de rock.

La explosión cultural de 1965 a 1969 produjo suficientes trabajos maestros para establecer la mitología del álbum como la medida definitiva de la creatividad conceptual y habilidad de los artistas y grupos de rock…

jueves, 11 de septiembre de 2008

Desde Canadá: Beck...Collage musical




Un buen día, Beck se armó de una guitarra y se dispuso a predicar sus vivencias por todos los rincones del planeta. Recorrió caminos desérticos y polvorientos, quizá los mismos que alguna vez visitaron Dylan y Donovan. En uno de tantos senderos terminó explorando nuevos territorios musicales (punk y hip hop)

Corría el año de 1993 cuando una disquera de Los Ángeles decidió publicar a Beck un single de 12 pulgadas. Se titulaba "Loser". La edición no superaba las 500 copias...

Beck ha dejado plasmado sentir musical en diferentes vinilos. Algunos de los que forman a su primera etapa se descomponen en Mellow Gold (94), Stereophathetic Soulmanure (94), One foot in the grave (96) y Odelay (96)…

Stereophathetic Soulmanure fue como un collage de diferentes sonidos y estilos, una versión más cruda de lo que sigo haciendo. Era algo que reuní como una retrospectiva de cosas que yo había estado haciendo a lo largo de los años y que nunca habían sido publicadas", refiere el propio Beck.

Con el paso del tiempo, Beck ha llegado a encantar tanto a la crítica como al gran público, así como a otros músicos como los Beastie Boys o Noel Gallagher, quienes han realizado remezclas de sus temas. Por algo será…

Un remate muy a la Beck: "Por muchos premios que me hayan dado, sería estúpido cambiar la letra de "Loser" por "Winner", soy tonto pero no tanto. Dejaré esa canción tal como está. Creo que cambiar la canción sería como darle más importancia de la que se merece. A la gente le gusta tal y como está".


miércoles, 10 de septiembre de 2008

"Los Quiénes. Somos Los Quiénes"




Hace varios lustros de que la escuché por vez primera. Feroz. Eléctrica. Con potencia en el sonido de principio a fin. Roger Daltrey cantaba hablando. Los “otros” tres miembros del grupo se desempeñaban, cada cual en su instrumento, con una feroz y novedosa técnica que dejaba pasmados a auditorios enteros. The Who es uno de los mejores aciertos que la estridencia de la música de rock tenga en su historia. La guitarra de Pete Towshend, la batería de Keith Moon, el bajo de John Entwistle y la voz de Roger Daltrey se unieron y conjuntaron hace varios lustros.

Casi perdido en los anales de la historia se rescata el siguiente pasaje: un locutor reincide en cuestionarles a éstos mods ingleses por el nombre musical de su grupo. “Los… ¿quiénes?”, preguntó el locutor nuevamente, ahora sí confiado en registrar uno de los tantos nombres olvidables que tuvo el cuarteto. “Eso es: Los Quiénes. Somos Los Quiénes.” Con ello dejaron, definitivamente en el exilio, a The Detours (Los Desvíos) o The High Numbers (Los Grandes Números). Desde entonces, el sonido y la furia de la banda comenzaron a ser, hasta la fecha, el presente vívido. Por paradójico que suene, vale más equivocarse un par de veces en pro de la historia que perseverar sin nada alcanzar.

En “My Generation”, The Who desglosa, a lo largo de una pieza de poco más de tres minutos, una catarsis generacional nunca antes vista. Con ello se confirmó la especie: tiene lugar la génesis del gran culto mod. Hasta entonces, nadie había que se dignara representarlo. The Who vio el hueco y lo aprovecharon. Aceptación a la vista. Terminaron erigiéndose en líderes de toda esa parte de la juventud.

“Cuando escribí ´My Generation´ sólo pensaba reflejar una serie de sensaciones mías, pero que también eran comunes a la gran parte de la juventud inglesa. Es una canción sobre las emociones de la adolescencia, sobre la frustración de la juventud, sobre la incomprensión que nos rodea, sobre las limitaciones sociales que nos cercan día tras día sin poder escapar de este cerco. Y aunque una canción de rock tampoco puede romper todos estos cercos, sí logra agrupar en torno suyo a una masa de gente que piensa igual. Ahí es cuando una canción deja de ser un simple vehículo de entretenimiento y se convierte en algo mucho más amplio, un himno, si quieres llamarlo así”: Pete Townshend.

En “My Generation”, Towshend marca con precisión sociológica tanto predicamentos como contradicciones juveniles de su época, incluso más allá de la suya propia. “Espero morir antes que envejecer”, canta y tartamudea Daltrey sin evitar referencias a sus contemporáneos. Para Moon, al menos, el antimanifiesto de Towshend sí llegaría a pie juntillas: una sobredosis de pastillas le quitó la vida en 1978. No llegaría a viejo.

Con “My Generation”, The Who cruza álgidamente lo que se le atraviese: lo mismo fuego que hielo. Townshend trabaja riffs saturados de furia; Entwistle, con su bajo, envuelve todo con tal pesadez que resulta imposible no reparar en él; Daltrey refleja fielmente la confusión de la juventud de la época: titubea, refleja rabia, grita…; Moon es la representación plena y catártica de todos ellos y la generación que con ellos va: irrumpe cual estampida en la parsimonia, se deleita – nos deleita – con su martilleante caos. No cabe duda, “My Generation” es asombrosa. Más aun: sigue vigente... IDEA MUSICAL.

martes, 9 de septiembre de 2008

¿Hacia dónde se dirige la música?


¿Hacia dónde se dirige la música hoy día? Nada fácil de contestar la pregunta, máxime si se toma en cuenta que ésta se encuentra ya liberada de inhibiciones, proyectada imprevisiblemente a escenarios cada vez más difíciles de aprehender. No es cuestión del nuevo milenio, pero desde hace años – y a la fecha – la fragmentación de la creación musical ha generado, cada vez más, una carga (y recarga) de sonidos cada vez más desproporcionada y desmesurada.

No es difícil imaginar que, dentro de unos lustros, los escenarios de la música habrán de cambiar radicalmente. Esto, desde mi personal punto de vista, abre nuevos retos para los músicos. Verbigracia: ¿Cómo le harán algunos – no pocos – de ellos para conjugar la capacidad de transfigurar, descubrir, deshacer y reconstruir la música misma?

Suposiciones puede haber muchas, desde las reduccionistas per se hasta las más vagas y abstractas sin sentido alguno. Empero, una suposición que se antoja viable es aquella en donde la amplitud de posibilidades para etiquetas, catálogos así como para los propios inventores de géneros, podría generar mayor facilidad para interpretar y controlar el mercado.

Desde mi personal óptica, por ejemplo, las etiquetas hacen las veces de una especie de aval para los sonidos más dulces e inofensivos hasta los más peligrosos, incluyendo aquello que resulte difícil de identificar desde cualquier perspectiva.

Con un escenario de esta naturaleza, lo de menos es que la música resulte vieja o nueva, mucho menos preocupación será el saber de dónde proviene dicha música.

Quizá, entonces, enfrentemos el problema de cómo crear separaciones entre músicos y músicas. Ver más allá del bosque: cómo hacer para encontrar categorías con diferentes códigos expresivos, incluido – por supuesto – el silencio. Creo, en consecuencia, que es momento de hacer una obligada revisión de lo que suceda en el campo musical de nuestra época.

¿Acaso necesitamos, ya, no una hipótesis musical sino, antes bien, una hipótesis del tipo comunicacional? Se necesita, también, de una música consciente de ser el patrimonio cultural de nuestra época. Una música que resulte ser tan poderosa… ¿Cómo la imaginación?

domingo, 7 de septiembre de 2008

The Byrds: 1967. "Younger than yesterday"



Producción ubicada entre Fifth Dimension (1966) y The Notorious Byrd Brothers (1968), Younger Than Yesterday (1967) pasa a ser considerado como uno de los discos LP modelo de una época en la que la transición en varios órdenes resultaba harto compleja y difícil de entender. The Byrds enriquecieron e innovaron, progresivamente - además de ahondar - en las posibilidades eléctricas del material pre-rock dylaniano. La producción discográfica del 67 suena a un buen rock compacto, lo mismo con tintes de agresividad, acidez, energetizantes, implorantes. Las guitarras suenan en su máxima expresión. Hay no pocos solos cortantes y con un estilo demoniaco…

Establecidos, para entonces, como cuarteto, The Byrds continuaron perfeccionando sus habilidades como compositores. Michael Clarke, en tanto, alcanzó niveles de madurez y precisión de vital importancia para los intereses de la banda. Probablemente es el surgimiento de Chris Hillman como tercer compositor uno de los eventos de mayor relevancia al interior del grupo. La mayor destreza de Crosby en no pocos ámbitos de la banda presenta una notable mejoría. Paradójicamente, las ambiciones de Crosby en no pocos ámbitos serían el principio de la agitación que habrían de llevar al despido de éste en The Byrds.

Así, en el contexto de una serie de nuevas sonoridades que inundaban la música de la época, Younger tan yesterday no resultaba un trabajo de fácil digestión. No pocos consideran a este disco el mejor de The Byrds. Al margen de preferencias, dicha producción da material para llegar a varias conclusiones:

Para esta producción David Crosby es quien se decide alejar al grupo de los sonidos trabajados y explorados en producciones previas. En su afán de exploración, Crosby no hace reparos en que se trate de influencias orientales o elementos de mayor avance. Crosby no se “clava” tanto en los escenarios que le atraen, en contraparte, a McGuinn. Es, entonces, en esta producción que Crosby asume plenamente el papel de musicólogo del grupo. La impresión que arroja McGuinn, por su parte, es la de un byrd atado a las filosofías de la época.

Sin embargo, en descargo de McGuinn, permite tal fluidez de creatividad a sus compañeros de grupo que pareciera desconcertado ante los resultados obtenidos sobre la marcha. Trabaja, claramente, en la neo versión de “My Back Pages”, de Dylan. El resultado es, simplemente, indiscutible. Paralelo a ello, McGuinn apoya con creces la incursión de Chris Hillman como compositor. Hillman, con ello, alcanza una combinación del sonido clásico de The Byrds con más elementos del folk americano (esencialmente, el country).

Cierto, después de expuesto lo anterior, queda la impresión de una especie de priorización de intereses individuales por encima de los grupales. Empero, la producción 67 de The Byrds es de lo mejor de su producción y de la época misma. Esto se comprueba y entiende mejor si las canciones que aportan cada uno de los miembros de los Byrds se comparan en su justa dimensión y proporción. A pesar de que el álbum no resultó del todo aquilatado para la época, con el paso del tiempo se ha reubicado con gran prestigio entre los degustadores del género y la banda misma.

Infinito arcoíris musical: Jaramar



Estamos ante el arrullo de una mujer
Una voz que resulta antigua y nueva
Imaginación que transita sinfín
Canto de arcoíris
Inocencia en su propuesta musical
Ternura que aprehende ya
Nada cambiará ya ésta nueva percepción musical…

Fragmento sin desperdicio




“Qué miedo dan las palabras cuando son pronunciadas con claridad, con todas sus letras, con todas sus sonoridades, con sus significados precisos e incluso altaneros. Qué miedo les causa a los reticentes oír a aquellos que hablan sin rodeos, que se suben a las palabras para domarlas como si estuvieran en un glamoroso y eficaz jaripeo. Qué miedo producen las personas que saben hablar bien.”


Víctor Roura

viernes, 5 de septiembre de 2008

Leonard Cohen: Poesía vuelta canción



No siempre los compositores consiguen contar algo con/en sus letras. En no pocas ocasiones sólo se consigue abrir la boca. Otras tantas, es mejor olvidar lo que se pretendía contar con dicha letra.

Hay quienes, en cambio, utilizan letras con entidad propia por sí solas. Luego, devienen en canciones. Los temas abordados, por ende, rebosan en el estado más puro de la poesía. El alcance de la belleza plasmada por esta vía es, simplemente, infinito.

El resto viene después: un poeta aferrado a entonar, constantemente, todos y cada uno de sus mensajes. Desfilan, ya, el amor. El sexo. La religión. ¿Por qué no? También la depresión. Empero, dan como resultado una galaxia repleta de placidez músico-poética.

Digno es, en consecuencia, reconocer su influjo a Leonard Cohen


Melodía Poética: LEONARD COHEN



Una voz peculiarmente grave
Relaciones de pareja
Religión
Amor
Tres ejes temáticos. No los únicos
Emotividad letrística
Complejidad lírica
Poesía
Novela
Canciones
Eso es sólo el comienzo
para poder entender a
LEONARD NORMAN COHEN
Son ya, próximamente,
74 años de su poética presencia…

Idea Musical...

"Manual para suicidarse sin dolor"



Para Víctor Roura

Vives cada día y lo llevas hasta sus
últimas consecuencias. Exiges,
rabias, perdonas. Ves envidia,
rencor y amargura donde no los
hay, y buena vibra, calidad humana
y afecto donde privan porquería
y mezquindad. Por ti matarías
a cada hombre que habla con tu
compañera, o a cada idiota que
atropella un perro; un perro
antes que un hombre. Para ti
eso es vivir lo cotidiano: dar
ternura cuando no te la piden
y purgar el sufrimiento del mejor
amigo.

Eusebio Ruvalcaba

jueves, 4 de septiembre de 2008

Víctor Roura, un alma generosa (50 años de vida entre colegas)


Las siguientes líneas fueron tomadas, sin el consentimiento de su autora, Eugenia Montalván Colón, únicamente con el fin de agradecer la existencia de gente de la calidad de Víctor Roura en el quehacer periodístico cultural. Yo, en definitiva, me he visto seriamente influido desde el momento en que lo leí por vez primera. Si bien es cierto, de un tiempo a la fecha, me he visto privado del placer de su escritura, eso no impide que reconozca su trayectoria y talento, sobre todo en el periodismo cultural.
Nuevamente, gracias por todo lo otorgado hasta ahora, Maese Roura!!!

México, D.F., 1 de agosto. Todavía no eran las 7 en punto, hora de la reunión para celebrar el cumpleaños de Víctor Roura, el jueves pasado, cuando Eusebio Ruvalcaba llegó al centro de Coyoacán. El poeta y periodista Salvador Mendiola, aguardaba dentro del Teatro Hugo Argüelles, en ese momento desolado a consecuencia de una implacable lluvia. Del festejado, ni sus luces, y en tanto corrían los minutos Eusebio fue por un vodka para dárselo como bienvenida.

El homenajeado llegó con la parsimonia propia de quien celebra un medio siglo de vida y ha publicado, ese día, un largo poema que lo refleja íntegro: […] Aquí estoy después de mis muertes,/ de haber sentido los vientos de la aniquilación, del aire/ que deletrea insomnios/ de las arrebatadas cuatro/ estaciones que tensan, raudas,/ la vida, tu vida, la mía…

Y que en otros versos dice: Dos hombres de veinticinco/ rondan en mi sosegado/ y aún inquieto cuerpo…

Y por fin saludamos al maestro Roura, a Gabriela Flores, su amada acompañante, y a Humberto Musacchio, dispuesto a contarnos la historia de su amistad con el querido Roura, autor de Cultura, ética y prensa (Paidós, 2001) y el libro de cuentos El diluvio y la cebolla (Colofón, 2004), entre sus libros más recientes, y quien esta vez, asombrosamente, no vestía todo de negro.
Cuando Musacchio tomó el micrófono dijo: “Antes de conocer físicamente a Víctor Roura, yo ya sabía de él”. El tono insinuaba, efectivamente, que esta noche abundarían los elogios y, claro, las anécdotas.

Ha de haber sido en 1969 ó 70, quizá un poco después, lo importante es que Musacchio estaba departiendo en el Salón Palacio con sus amigos cuando de repente llegó Roura –entonces rondando los 15 años- a esa cantina de alcurnia con Jesús Luis Benítez “El Búker”, y el muchacho cautivó a todos por su inteligencia y sencillez, sencillez que como dijera Musacchio, no ha perdido nunca.

Para Musacchio Víctor Roura es una presencia indispensable: “un compañero de este largo viaje periodístico intelectual en el que está metida la generación –a la que él se coló- de José Agustín, René Avilés Fabila, Gerardo de la Torre, -Eusebio Ruvalcaba es más joven- y muchos otros amigos.

“Víctor Roura –continuó diciendo Musacchio- aparte de ser un periodista excelente y un escritor que ha incursionado con éxito en varios géneros, es también un creador de publicaciones, es un capitán de empresas periodísticas, siempre paupérrimas, por supuesto, pero con resultados intelectuales altamente apreciables”.

Recordó al público que -a golpe de milagrería- Roura hizo el periódico Las horas extras, un periódico inteligente, creado con ese ojo que le caracteriza para promover a compañeros que empiezan, afirmar vocaciones e impulsar talentos, una vertiente en la personalidad del autor de Codicia e intelectualidad (Lectorum, 2004) que ha sido poco apreciada y que para Musacchio es de la mayor importancia.

De las vivencias más sentidas narradas esta noche de cumpleaños, Musacchio contó una definitoria en su vida a raíz de que, en 1989 al encontrarse desempleado, Víctor generosamente lo invitó a colaborar en El Financiero, la mejor sección cultural de los periódicos del país, creada por él en 1988.

“Uno de los grandes episodios que viví con Víctor en la sección de El Financiero fue aquello que se llamó primero el Coloquio de Invierno, donde los grupos de Nexos y Vuelta se dieron un agarrón en el que el jamón del sandwich fue Víctor Flores Olea, quien se quedó sin chamba como presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes porque Carlos Salinas de Gortari lo sacrificó para no quedar mal con Octavio Paz, el intelectual con más proyección internacional en ese momento.

Aquel pleito era por el botín, dijo Musacchio: Fue cuando se crearon las becas y Octavio Paz palomeaba las listas (de postulantes), mientras que los del otro grupo también querían su parte del pastel, por lo cual se armó un agarrón tremendo, agarrón que como periodistas se dieron el lujo de cubrir en El Financiero “sonándole a todo mundo”, cosa que, al parecer, todavía no les perdonan: “Yo, por supuesto, no tengo beca y Víctor, tampoco. Así que nos la van a seguir cobrando”.

Humberto Musacchio considera este hecho uno de los episodios de la vida intelectual mexicana definitorios de la vocación que tienen muchos colegas, más preocupados por pegarse a la ubre estatal que por hacer obra –ya no digamos perdurable- sino por lo menos legible, una preocupación que pasa a segundo término cuando la gente está muy preocupado por las becas, la fama, el prestigio, los premios, los reconocimientos, los viajes; todo lo cual le parece muy humano, salvo cuando eso se pone por delante de la obra personal: “ahí sí hay una actitud muy criticable”.

Desde que existe la sección cultural de El Financiero, -señaló Musacchio-, Víctor Roura se ha ocupado de señalar a estas lacras, estas llagas de la vida intelectual mexicana que no son peores que las de la vida intelectual de otros países. En Francia o en Nueva York las cosas pueden ser peores, incluso, pero lo que hace la diferencia es contar con críticos que no se pliegan, que le dan espacio a todo mundo pero que, finalmente, a la hora de exponer su punto de vista lo hacen con total honestidad, sin reparar en si van a perder o ganar amigos, y generalmente los pierden, a la vez que los enemigos se hacen más enconados.

Para finalizar su intervención Musacchio dijo que en este negocio –el del periodismo- la discrepancia nos enriquece. Con frecuencia él no ha estado de acuerdo en los señalamientos de Roura y viceversa, lo esencial es que su amistad perdura: “Yo me felicito de que Víctor Roura siga siendo mi amigo y -sobre todo- siga siendo ese escritor entregado con una vocación inquebrantable y ese compañero periodista de agudísimo sentido crítico, de independencia que ralla frecuentemente en la soberbia, una soberbia sana y plausible, y de una capacidad para dar que sólo se da en las almas más generosas, y la de él es una de ellas”.

El economista, poeta y escritor Salvador Mendiola, quien en la mesa fungió como maestro de ceremonias, cedió entonces la palabra al hijo de Jorge Meléndez Preciado, ausente esta tarde, mas sumamente generoso también al hablar de los enormes tamaños de Roura: “Y es que Víctor no sólo es un deseoso hombre de cultura, según la versión de García Canclini que reza: ‘Cultura es todo aquello que se agrega a la naturaleza’, sino un ser humano excepcional porque se nutre de las más diversas teorías y saca las conclusiones más cáusticas. Él, empero, ha sido marginado de muchas publicaciones no por sus limitaciones, más bien por su crítica implacable, sin concesiones”.

Posterior a esta intervención, Eusebio Ruvalcaba acotó a las palabras de Musacchio, que pese a tener una beca (Sistema Nacional de Creadores), Roura le permite seguir colaborando en la sección, y que, además, en su libro El hombre empuja al hombre publicado en la colección Cuadernos de El Financiero, bajo la coordinación de Víctor Roura incluye la leyenda: el autor agradece el apoyo que ha recibido del Conaculta, y esto lo mencionó porque refleja el carácter respetuoso del editor y amigo entrañable que semanalmente -los lunes- publica su columna "Con los oídos abiertos".

Por demás amoroso, Eusebio, procedió a leer "Su primer medio siglo", un texto que al igual que el de Meléndez Preciado apareció en la sección cultural de El Financiero ese mismo jueves 28:

“Tengo muy presente el momento en que le llevé mi primer artículo a Víctor. Y aquí voy a citar a un amigo mutuo, ejemplo de probidad, además de bebedor a ultranza: Manuel Blanco, […] ya desaparecido. Pues, si la memoria no me falla, fue por su insistencia que me presenté ante Víctor Roura con un artículo en la mano. Con la rapidez que lo caracteriza, Víctor lo leyó y me indicó que le hablara en un par de días. Así lo hice, y cuál no sería mi sorpresa ante sus palabras: ‘¿No viste el periódico ayer? Ya debutaste’. Y aquella primera aparición se convirtió en una columna sistemática, que semana tras semana ha marchado a la par de la sección cultural de El Financiero, a lo largo de 16 o 17 años. Qué sé yo cuántos, ni creo que sea tan importante...”.

Prosiguió Eusebio con los halagos y luego nos compartió un chisme: Vargas Llosa citó su libro (de Roura) Codicia e intelectualidad con palabras de reconocimiento. Después, tras tan oportuna aseveración contó dos historias breves para evidenciar la profunda amistad que lo une a Víctor, en ese momento pensativo y -sin duda- emocionado de encontrarse rodeado de gente que lo quiere tanto, incluso sus lectores anónimos presentes ahí, aprovechando el convivio para abrazar y hacer sentir su cariño al periodista que en todo el país seguimos día a día, y que hoy 1 de agosto celebra el XVII aniversario de la sección a su cargo.