miércoles, 26 de noviembre de 2008

domingo, 9 de noviembre de 2008

Alba...

resumen,
posdata,
añoranza,
sí, tú

en mi alba


miércoles, 5 de noviembre de 2008

Inspiración...

Con la partida del sol
llega, 
sí,
mi hora de trabajar
se alumbran, 
ya,
mis viejos techos

(me ayudan en mi labor)


Seguridad post mortem para Morrison

37 años atrás, el líder de The Doors murió en París a causa de una sobredosis de drogas, con tan sólo 27 años. Su tumba, en el famoso cementerio parisino Pere Lachaise, se ha convertido, con los años, en un lugar de peregrinación para todos los seguidores y admiradores que Jim Morrison dejó después de fallecer. Sin embargo, algunos de los visitantes de la tumba han generado tantos revuelos en el cementerio que los parientes de los muertos enterrados a su alrededor se han quejado, al punto de que el ayuntamiento parisino ha tenido que contratar guardias de seguridad para que los admiradores del malogrado cantante no pinten sus lápidas ni provoquen más destrozos.


lunes, 3 de noviembre de 2008

El Poeta del Caos

Cuando murió, Jim Morrison tenía 27 años. Su compañera sentimental de entonces, Pamela Courson, murió de sobredosis pocos años después. Él, sobre el papel, no se drogaba, al menos con cocaína ni heroína. Prefería el alcohol, del que ingería cantidades ingentes. Era un gran admirador de Rimbaud y Baudelaire. Jim quería ser poeta -en realidad, escribió algunas buenas canciones, y temas como “The end” se han convertido en himnos generacionales- y creía haber encontrado en París la libertad que le negaban las autoridades americanas.

Además, para un grupo como The Doors, que cantaba temas de Kurt Weil-Bertolt Brecht, que componía textos en honor de Edipo o que había elegido su nombre a partir de un ensayo de Aldous Huxley, la cultura europea era la única de verdad. Dado que el médico que certificó la muerte de Morrison se limitó a constatar la 'parada cardiaca', hoy la leyenda sigue creciendo.


Unos hablan de la nariz ensangrentada de Jim y sugieren una sobredosis; otros creen que murió en el Rock'n' Roll Circus y fue llevado por los amigos hasta la bañera de su casa; Pamela Courson habló de problemas respiratorios y de enorme cogorza; el mundillo rockero asoció la muerte de Jim a las de Hendrix y Joplin para deducir de ahí que el FBI o la CIA habían emprendido una campaña de exterminio de músicos contestatarios.

Todas esas dudas y rumores han servido para alimentar otro: que la tumba de Père-Lachaise está vacía y Jim vive hoy en África, en el terreno escogido por Arthur Rimbaud para desaparecer de Occidente. Todas esas hipótesis hubieran hecho feliz a Jim Morrison, no en vano se autodefinía como 'poeta del caos', y parece difícil poder probar alguna de ellas, pues hoy su tumba está permanentemente vigilada por cámaras ocultas detrás de farolas.



(Artículo aparecido en la edición impresa del diario El País,  en julio de 2001)

Quizá...

A esperarle por siempre
(Quizá)
Toda la eternidad


domingo, 2 de noviembre de 2008

Ella


Es una intensísima corriente
un relámpago ser de lecho
una dona mórbida ola
un reflujo zumbo de anestesia
una rompiente ente florescente
una voraz contráctil prensil corola entreabierta
y su rocío afrodisíaco
y su carnalesencia
natal
letal
alveolo beodo de violo
es la sed de ella ella y sus vertientes lentas entremuertes que
estrellan y disgregan
aunque Dios sea su vientre
pero también es la crisálida de una inalada larva de la nada
una libélula de médula
una oruga lúbrica desnuda sólo nutrida de frotes
un chupochupo súcubo molusco
que gota a gota agota boca a boca
la mucho mucho gozo
la muy total sofoco
la toda "shock" tras "shock"
la íntegra colapso
es un hermoso síncope con foso
un "cross" de amor pantera al plexo trópico
un "knock out" técnico dichoso
si no un compuesto terrestre de líbido edén infierno
el sedimento aglutinante de un precipitado de labios
el obsesivo residuo de una solución insoluble
un mecanismo radioanímico
un terno bípedo bullente
un "robot" hembra electroerótico con su emisora de delirio
y espasmos lírico-dramáticos
aunque tal vez sea un espejismo
un paradigma
un eromito
una apariencia de la ausencia
una entelequia inexistente
las trenzas náyades de Ofelia
o sólo un trozo ultraporoso de realidad indubitable
una despótica materia
el paraíso hecho carne
una perdiz a la crema



Expláyate...

Anda
cuéntame
tus aventuras
por favor,
sé tan amable
de explayarte en las sexuales


¿Cómo escribes?

-¿Cómo escribes?

-Tengo dos momentos: uno, apasionadamente de inspiración, tal vez provocado por licores o por la noche o por los excesos que cometí en el pasado; pero luego soy un corrector minucioso y despiadado. Deben arrancarme los papeles de las manos. Eso ha cambiado ahora, pues llevo cuatro años escribiendo dos sonetos por semana para la revista Interviú y no tengo tiempo de corregir.

(Fragmento de la entrevista realizada a Joaquín Sabina para el diario argentino La Nación, en febrero de 2008)

Sin título...

Las pequeñas palabras se escurren entre las nubes como si cayeran descuidadamente. Lo cierto es que detrás de ellas, hay muchas más que empujan a las de adelante, obligándolas a caer por la inercia. 

(Ana Matías Rendón)


sábado, 1 de noviembre de 2008

Cerrojo en el abismo...

¿Cuál es la frontera entre la filosofía y la poesía? No hay tal. Se traza una línea de fuga imaginaria —por emplear los versos del poeta—, en un espacio continuo de mezclas, un flujo de estremecimiento mental, en que lo humano molesta  y sólo queda el abismo; bien lo dice el filósofo: "Escribir significa abrir un cerrojo en la palabra abismo". Sumergirse así, a través de diferentes espacios…