domingo, 24 de septiembre de 2017

Temblar...


Sentado al filo de la cama, todo calma, me restablezco. 
Retorna, sí, esa agobiante normalidad. 
Mi ventana pide espacio para refrescar el ambiente.  
Así, emociones variopintas salen de su letargo. 
Observando una fugaz mariposa, confirmo la presencia del siempre Anhelado Otoño.


Sabe, ella, la primavera, que ha de temblar, pues el antes ausente Otoño ratifica, ya, su presencia…


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