En el domingo de la plaza la feria
y la barraca y el acuario con tristes
algas de plástico fraudulentos corales
Cabeza al aire la humillada sirena
acaso hermana del que cuenta su historia
Pero el relato se equivoca:
De cuando acá
las sirenas son monstruos
o están así por castigo divino
Mas bien sucede lo contrario:
Las sirenas son libres
son instrumentos de poesía
Lo único malo es que no existen
Lo realmente funesto es que sean imposibles.
(José Emilio Pacheco)
No hay comentarios:
Publicar un comentario