Neil Aspinall fue
una de las dos únicas personas de importancia en la saga de The Beatles que nunca contaron su
historia. Nacido en Prestatyn en 1941, Neil estuvo en el mismo año que Paul, y
el año anterior a George, en el Instituto
de Liverpool. Estudió para contador, pero volvió a tener contacto con Paul
y George a través de su amistad con Pete
Best.
Neil vivía en la casa de la madre de Pete, Mona, que
dirigía el Casbah, el pequeño club
donde los Beatles tocaban como The Quarrymen.
Neil comenzó a trabajar para ellos como un roadie
de medio tiempo en 1961, llevándolos a conciertos locales en una camioneta
vieja.
En el año de 1962, Neil renunció a sus estudios de
contabilidad y se unió a los Beatles de tiempo
completo. Más tarde, cuando habían comenzado las giras nacionales, se le
unió otro roadie, Mal Evans.
Neil era más que un roadie:
era su amigo y confidente. Su preparador en contabilidad resultó invaluable
cuando llegó a trabajar en Apple. A
medida que pasaron los años, dirigió gran parte de los asuntos profesionales
del grupo y los catálogos posteriores. En general, Neil ganó la mayoría de las
batallas, ayudándoles a ganar millones. También tuvo una racha creativa,
actuando como productor de la
película Let it Be y organizando la Antología de The Beatles.
Neil fue
totalmente leal y fiel a ellos, y sin embargo, en absoluto se sorprendió.
Era más que consciente de sus debilidades, avaricia, estupideces,
irracionalidad, los escabulliría fácilmente. Estaba claro que era parte de la familia, nunca
traicionaría sus secretos. Estaba allí, pero de algún modo flotaba por encima
de todo. Los Beatles fueron muy afortunados de tenerlo.
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